CULTURA Y EMOCIONES POLÍTICAS

En estas jornadas confluyen dos intereses. Por un lado, el hecho de que que hoy las discusiones políticas y sociales han tomado el modelo de las luchas culturales y se plantean siempre como una lucha entre modelos identitarios inconmensurables, donde la misma negociación aparece como una renuncia a algún tipo de esencia identitaria (y el diálogo se establece siempre marcando «líneas rojas» insalvables). Por otro lado, es evidente que hoy tenemos un exceso de emociones políticas y nos faltan sentimientos educados capaces de construir lazos de empatía (desde los que forjar la posibilidad de una ciudadanía democrática). De alguna manera vivimos en una inundación emocional que, al igual que pasaba en el caso anterior, hace complicada cualquier reflexión, negociación o simplemente empatía afinada con los demás.

Puestas las cosas en estos términos ambos intereses confluyen en la evidencia de que en nuestro día a día las discusiones políticas se transforman en debates culturales que, a su vez, generan emociones. Ello deja a la cultura en un papel de recurso tanto ideológico como emocional; pero al mismo tiempo también se puede imaginar que es disruptiva, como lo pueden ser igualmente las emociones.

Para tratar de entender cómo se puede afinar o educar el marco cultural y emocional con el que construimos nuestra ciudad y qué significado tiene la cultura en nuestro entorno ético y político queremos proponer estar Jornadas.